Apago el mòbil, no fos cas que hi hagi alguna altra trucada inesperada (o massa esperada) que em faci vacil·lar.
Terrasseta, nit, aire fresc, una cerveseta i un bon llibre. Quietud, solitud, pau. Mmmmmm...
Què més es pot demanar?
Què més es pot demanar?
[Jugant amb el Photoshop. Escoltant Roger Mas - dp.]
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Pero ella no estaría ahora en el puente. […] De todas maneras subí hasta el puente, y la Maga no estaba. Ahora la Maga no estaba en mi camino, y aunque conocíamos nuestros domicilios […] no nos buscaríamos en nuestras casas. Preferíamos encontrarnos […]. Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Oh, Maga, en cada mujer parecida a vos se agolpaba como un silencio ensordecedor, una pausa filosa y cristalina que acababa por derrumbarse tristemente, como un paraguas mojado que se cierra.
[…] Pero todo esto había que decirlo en su momento, sólo que era difícil precisar el momento de una cosa, y aún ahora, acodado en el puente, […] me preguntaba si este rodeo tenía sentido […]. Pero si hubieras estado ahí esa noche, como tantas otras veces, yo habría sabido que el rodeo tenía un sentido, y ahora en cambio envilecía mi fracaso llamándolo rodeo.
Julio Cortázar, Rayuela.
2 comentaris:
Es pot demanar que els altres també ho tinguem
jejeje. :P
És veritat, va ser d'aquells moments de petit egoïsme, en què no penses en els altres. Egoïsme sa, crec, perquè un també s'ha de mimar i estimar a si mateix, i procurar regalar-se aquests petits moments de felicitat. No?
Ara, que quan vulguis estàs convidat a la meva terrasseta, a fer unes cervesetes, i "lo que surja"!
Petons!!!
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